El marketing político es una disciplina que combina la publicidad con las ciencias políticas. El contenido 3D aplicado a la política pretende acercar las herramientas tecnológicas de representación arquitectónica a las promesas electorales de los candidatos a las elecciones. De esta forma, el partido político puede explicar de una forma más directa y eficiente sus propuestas a los ciudadanos.
Transmitir un programa electoral de forma moderna
La comunicación es clave convertir una idea en un mensaje real, que llegue a los posibles votantes. De nada sirven los buenos proyectos si no se comunican. Si no transmites no existes. Actualmente, es muy difícil conseguir que los ciudadanos lean los programas electorales de los partidos, y es aún más complejo que lo recuerden. El contenido visual es procesado 60 000 veces más rápido que cualquier texto.
El marketing político 3D es capaz de generar una serie de vídeos e imágenes adaptados a todas las redes sociales, que permitan representar las propuestas urbanísticas y arquitectónicas de ese partido. Por ejemplo, el diseño de un nuevo colegio ambientado en el municipio y en la parcela en la que va a ir ubicado. Al reproducir toda la ciudad en el mundo virtual, los receptores del contenido se ven integrados y representados en el mismo.
El objetivo es emocionar al votante haciéndole ver cómo puede ser su entorno gracias a su voto. El marketing debe ilusionar.